PICO DE ANAYET
Rutefotos
Ophavsmand
Rutestatistik
- Afstand
- 16,79 km
- Positiv højdeforskel
- 1.021 m
- Sværhedsgrad
- Moderat
- Negativ højdeforskel
- 1.021 m
- Max Højde
- 2.571 m
- TrailRank
-
95
5
- Min Højde
- 1.556 m
- Rutetype
- Løkke
- Tid
- 6 timer 4 minutter
- Koordinater
- 2444
- Uploadet
- 23. juli 2017
- Optaget
- august 2016
tæt på Formigal, Aragón (España)
Vist 80307 gange, downloadet 3792 gange
Rutefotos
Rutebeskrivelse
Ruta realizada el 07/08/2016
Comenzamos la ruta dejando el vehículo en el parking junto a la A-136 pasado Formigal en dirección a Francia, a la entrada de la estación de esquí de Anayet. Hay que subir andando a la estación por la carretera asfaltada que fuera de temporada de esquí se haya cerrada al tráfico. Esto ampliará la ruta en 4km, lo que supone 50 minutos más. Tras pasar por la estación y el enorme parking que se encuentra junto a él, tomamos la senda que se dirige hacia el sureste junto al arroyo de Culivillas a enlazar con el GR11, que ya no abandonaremos hasta los Ibones. El recorrido transcurre por el Barranco de Culivillas paralelo al arrollo que baja desde los Ibones en una serie de ascensos nada complicados. En poco más de hora y media alcanzaremos el primero mayor de los ibones de Anayet, en una grandiosa vista de postal del lago entre pastizales y bajo la sombra fantástica del pico Anayet. Al norte contemplamos la reconocible silueta del Midi D’Ossau que se recorta en el horizonte como un centinela impávido.
Tras unos minutos de trance contemplativo, retomamos el camino y rodeamos el ibón por el sur para acometer el camino hacia el cuello de Anayet o collado rojizo, más fácil de lo que parece en un principio, en un ascenso suave hasta sus últimos metros, donde se incrementa en un zigzag hasta el final. Una vez en el collado, ascendemos por la ladera oeste de la cresta hasta una plataforma de piedra rojiza que atravesaremos hacia el norte, y subiremos por un terreno arenoso hasta llegar a la pared rocosa del pico, provista de cadenas que nos ayudarán a cruzar la pared hacia el este. Ojo al cruzar esta zona con hielo o lluvia, ya que la piedra es muy lisa y con una fuerte caída. En esta época del año no hay ningún problema en cruzarla fácilmente con la ayuda de las cadenas. Continuamos unos metros por un camino de tierra que gira hacia el norte hasta llegar a una estrecha chimenea que habrá que ascender con varias trepadas no muy complicadas. Una vez superada, ya solo quedan unos metros hasta la cima.
La vista desde lo alto de Anayet es soberbia, y el fantástico día que nos ha salido solo ayuda a incrementar lo bello del paisaje, desde el circo de Lescún y el Pic D’Annie al oeste, el Midi D’Ossau y el Lurien al norte y el Vignemale y todas las grandes moles del valle de Tena y Panticosa, desde el Balaitous al Infiernos al este.
Tras comer algo y descansar retornamos por el mismo camino hasta el collado y de ahí a los pastizales alrededor del Ibón Alto. Nos acercamos a una pequeña charca de aguas marrones donde numerosos caballos salvajes retozan con libertad en una bucólica postal. Nos dirigimos hacia el norte por la orilla izquierda del Ibón y continuamos hasta llegar al ibón Bajo. Regresamos por la orilla este hasta alcanzar el GR11 y tras echar un último vistazo atrás para retener la increíble imagen que este lugar nos brinda, iniciamos el camino de regreso por el barranco hasta la estación de esquí, con el sol ya golpeando con fuerza, y de allí hasta la carretera donde dejamos el coche y donde daremos por finalizada esta inolvidable ruta.
Comenzamos la ruta dejando el vehículo en el parking junto a la A-136 pasado Formigal en dirección a Francia, a la entrada de la estación de esquí de Anayet. Hay que subir andando a la estación por la carretera asfaltada que fuera de temporada de esquí se haya cerrada al tráfico. Esto ampliará la ruta en 4km, lo que supone 50 minutos más. Tras pasar por la estación y el enorme parking que se encuentra junto a él, tomamos la senda que se dirige hacia el sureste junto al arroyo de Culivillas a enlazar con el GR11, que ya no abandonaremos hasta los Ibones. El recorrido transcurre por el Barranco de Culivillas paralelo al arrollo que baja desde los Ibones en una serie de ascensos nada complicados. En poco más de hora y media alcanzaremos el primero mayor de los ibones de Anayet, en una grandiosa vista de postal del lago entre pastizales y bajo la sombra fantástica del pico Anayet. Al norte contemplamos la reconocible silueta del Midi D’Ossau que se recorta en el horizonte como un centinela impávido.
Tras unos minutos de trance contemplativo, retomamos el camino y rodeamos el ibón por el sur para acometer el camino hacia el cuello de Anayet o collado rojizo, más fácil de lo que parece en un principio, en un ascenso suave hasta sus últimos metros, donde se incrementa en un zigzag hasta el final. Una vez en el collado, ascendemos por la ladera oeste de la cresta hasta una plataforma de piedra rojiza que atravesaremos hacia el norte, y subiremos por un terreno arenoso hasta llegar a la pared rocosa del pico, provista de cadenas que nos ayudarán a cruzar la pared hacia el este. Ojo al cruzar esta zona con hielo o lluvia, ya que la piedra es muy lisa y con una fuerte caída. En esta época del año no hay ningún problema en cruzarla fácilmente con la ayuda de las cadenas. Continuamos unos metros por un camino de tierra que gira hacia el norte hasta llegar a una estrecha chimenea que habrá que ascender con varias trepadas no muy complicadas. Una vez superada, ya solo quedan unos metros hasta la cima.
La vista desde lo alto de Anayet es soberbia, y el fantástico día que nos ha salido solo ayuda a incrementar lo bello del paisaje, desde el circo de Lescún y el Pic D’Annie al oeste, el Midi D’Ossau y el Lurien al norte y el Vignemale y todas las grandes moles del valle de Tena y Panticosa, desde el Balaitous al Infiernos al este.
Tras comer algo y descansar retornamos por el mismo camino hasta el collado y de ahí a los pastizales alrededor del Ibón Alto. Nos acercamos a una pequeña charca de aguas marrones donde numerosos caballos salvajes retozan con libertad en una bucólica postal. Nos dirigimos hacia el norte por la orilla izquierda del Ibón y continuamos hasta llegar al ibón Bajo. Regresamos por la orilla este hasta alcanzar el GR11 y tras echar un último vistazo atrás para retener la increíble imagen que este lugar nos brinda, iniciamos el camino de regreso por el barranco hasta la estación de esquí, con el sol ya golpeando con fuerza, y de allí hasta la carretera donde dejamos el coche y donde daremos por finalizada esta inolvidable ruta.
Waypoints
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1.577 m
Kommentarer (10)
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Muchísimas gracias como siempre, por tus magníficas rutas llenas de magníficas fotografías y detalles. Un Saludo.
Gracias a ti por tu comentario. Un saludo.
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bonita ruta con buenas vistas del midi.
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Espectacular
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Gozada de ruta descubriendo un nuevo rincón de nuestro Pirineo. La subida hasta el Ibon fácil y bien señalizada. Algo más técnica la subida hasta la cima del espectacular Pico Anayet. El punto clave son evidentemente el paso de las cadenas que determina si subes o no. Gran subida en definitiva. Gracias por la Info y el track. Un saludo
Hola, que tal para hacerla con perro?
Muchas gracias.
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Magnífico el relato y la montaña y los ibones espectacular
Muchas gracias, Hugo.
Se puede realizar el final con perro??
Ruta increíble